¿Regeneración del PSOE?

Hoy, 3 de abril de 2017, a las 23:21 de la noche, abro este nuevo blog para expresarme. Expresar todo aquello que me sugieren los temas políticos y sociales de actualidad. Porque sí, son muchas y muy variadas las informaciones bombardeadas (previa manipulación) hacia nosotros cada día.

En este caso, me hallo en la obligación moral de contar en líneas mi percepción y juicio sobre el tema más candente del candelero político español: las primarias del PSOE.

Corría el día 1 de octubre de 2016 cuando el Partido Socialista Obrero Español sufrió un golpe de estado en toda regla, brutal y sangriento. El esperpento tomó la sede madrileña. Indirectas, tensiones, presiones, divisiones, dimisiones...sangre. Sangre que provenía de Ferraz, de Sánchez y su equipo.
La protagonista encubierta del pronunciamiento, Susana Díaz, la comandante en jefe de las brigadas liberales del PSOE, causó gran alboroto provocando bajo manta las dimisiones de gran parte del brazo fuerte de Pedro Sánchez, por entonces defensor del famoso #NoEsNo a Rajoy y agonizante Secretario General.

Probablemente fue la jornada más agónica para el partido en 40 años, desde aquel mítico "Hay que ser socialistas, antes que marxistas" con el que Felipe González provocaba el aplauso del Comité Federal que le llevaría al liderazgo.

Pero, realmente, la pregunta es ¿por qué?. ¿Por qué estalló la bomba de relojería instalada por la andaluza de chaqueta roja? Muy sencillo. Siempre se ha dicho que el PSOE tiene dos almas. Ya era común desde sus propios inicios políticos, con Largo Caballero e Indalecio Prieto encabezando las disputas internas. Parece que la historia, como siempre, tiene la respuesta... pero no conviene fijarse en los libros porque, como todo, son interpretables.

¿Han aprendido los socialistas? No es tan difícil hacerlo. De sobra es conocido que los votantes potenciales de aquel guapo y flamante González eran jóvenes. Se benefició del ansia de cambio, que con gran capacidad supo encaminar. Luego vino Zapatero, que será siempre recordado como el que más medidas sociales y populares tomó, aunque para algunos (demasiados) su mandato se resuma en ecatombe económica.

Desde entonces, nada nuevo en el PSOE. Rubalcaba...Pedro Sánchez. Muchas diferencias pero mismo fin común: caída empicada de votantes. Y es que, retomemos el tema. Los votantes socialistas en las décadas 80-90 eran jóvenes descontentos. Pero ahora ¡todo ha cambiado! El electorado socialista ronda la media de los 50 años, y subiendo.

El partido no puede permitirse algo así. Tiene que apostar por empatizar de nuevo con el pueblo, olvidar, dejar atrás intereses personales o segregacionistas, para conseguir un PSOE liderado por sus militantes, en su mayoría más socialistas que la cúpula. Como decía Alfonso Guerra, "Si el PSOE es de izquierdas, gobernará toda la vida". Los votantes no quieren que los candidatos se adueñen de la Secretaría General, ni de sus siglas, ni de sus símbolos., Porque el puño y la rosa es mucho más. No vale con contentar al aparato, sólo funciona contentar a la militancia.Ni Pedro, ni Susana, ni Patxi: PSOE.

La nueva socialdemocracia es la solución. Si se pone en marcha, se conseguirá un bloque socialista común, atractivo para jóvenes, adultos y mayores. Si no, para nada servirán estas primarias. Bueno, para algo sí, para hundir aún más el partido y dejarlo sin proyecto alguno, con el mismo rumbo que el PS francés, o peor aún, que el PASOK griego. ¿Se salvará el PSOE? En la militancia reside la respuesta.

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